Tenemos el caso
una empresa que desde hace catorce años, se dedica a la comunicación y
marketing en la red. La forman tres socios, bajo la figura de Sociedad
Limitada. La firma creció de manera exponencial, pero en los últimos cinco años
la crisis ha hecho mella en sus resultados y las discrepancias respecto a como
afrontar esta situación de crisis, han creado una situación difícil,
produciéndose un deterioro en las relaciones, que al final ha provocado que uno
de los socios decida separarse.
Ante
este escenario, se plantean entre otras cuestiones, ¿cuál sería el valor de la
participación del socio saliente? ¿Cuál es el procedimiento para romper la
sociedad? ¿Cuál es la mejor forma de separarse sin afectar a la empresa?
Este
caso motivado por desacuerdos personales o sobre el rumbo que debe tomar una
empresa suelen ser el motivo principal por el que los socios rompen su
relación. Cuando se produce la salida del negocio de uno de ellos y el resto
debe asumir el control, puede darse una sensación de vértigo, pero esta
situación no tiene por qué suponer el final de la compañía.
Lo
ideal hubiera sido que antes de iniciar el proyecto se hubiera realizado un
pacto de socios en el que se quedaran fijadas las posibles causas de ruptura,
las condiciones de salida de
alguno de los integrantes o las opciones de compra-venta.
Por
eso, muchas veces, al no cerrar un acuerdo de este tipo, los socios deberán
sentarse a negociar y, a ser posible, en un plazo no demasiado largo, ya que en
situaciones de conflicto, y aún más si se alargan en el tiempo, quien más
pierde es la propia compañía.
Pero
nos encontramos que además de las cuestiones técnicas, se han entremezclado las
emociones, dificultando las relaciones entre los socios. Llegados a este punto,
existe poca o nula comunicación, y la negociación se hace difícil. En estas
condiciones gracias a la intervención del mediador, se consigue resolver los
diferentes problemas que hay en las distintas áreas de negociación, sin
que peligre la viabilidad de la empresa.
Tanto
en el momento previo de elaborar el pacto de los socios, en la constitución de
la sociedad, como en la situación de conflicto que hemos descrito, la mediación
brinda la oportunidad a las personas implicadas, que puedan expresar sus
emociones, que en una empresa pequeña tienen una importancia vital, de tal
forma que una vez aclarada la confusión emocional, las partes en conflicto
puedan abordar las cuestiones fundamentales de la discusión.
Facilitar
que las partes sean los protagonistas del acuerdo es el objetivo del proceso de
mediación, que evita tener que recurrir a soluciones impuestas como puede ser
una formula de arbitraje, o la clásica de asistir a un largo proceso judicial
que además de perjudicar la marcha de la empresa, va a perjudicar la relación
entre los socios.