jueves, 30 de octubre de 2014

LA MEDIACION FACILITA EL PACTO ENTRE SOCIOS, CUANDO UNO QUIERE ABANDONAR LA EMPRESA

Tenemos el caso una empresa que desde hace catorce años, se dedica a la comunicación y marketing en la red. La forman tres socios, bajo la figura de Sociedad Limitada. La firma creció de manera exponencial, pero en los últimos cinco años la crisis ha hecho mella en sus resultados y las discrepancias respecto a como afrontar esta situación de crisis, han creado una situación difícil, produciéndose un deterioro en las relaciones, que al final ha provocado que uno de los socios decida separarse.

Ante este escenario, se plantean entre otras cuestiones, ¿cuál sería el valor de la participación del socio saliente? ¿Cuál es el procedimiento para romper la sociedad? ¿Cuál es la mejor forma de separarse sin afectar a la empresa?

Este caso motivado por desacuerdos personales o sobre el rumbo que debe tomar una empresa suelen ser el motivo principal por el que los socios rompen su relación. Cuando se produce la salida del negocio de uno de ellos y el resto debe asumir el control, puede darse una sensación de vértigo, pero esta situación no tiene por qué suponer el final de la compañía.

Lo ideal hubiera sido que antes de iniciar el proyecto se hubiera realizado un pacto de socios en el que se quedaran fijadas las posibles causas de ruptura, las condiciones de salida de alguno de los integrantes o las opciones de compra-venta.

Por eso, muchas veces, al no cerrar un acuerdo de este tipo, los socios deberán sentarse a negociar y, a ser posible, en un plazo no demasiado largo, ya que en situaciones de conflicto, y aún más si se alargan en el tiempo, quien más pierde es la propia compañía.

Pero nos encontramos que además de las cuestiones técnicas,  se han entremezclado las emociones, dificultando las relaciones entre los socios. Llegados a este punto, existe poca o nula comunicación, y la negociación se hace difícil. En estas condiciones gracias a la intervención del mediador, se consigue resolver los diferentes problemas que hay en las distintas áreas de negociación,  sin que peligre la viabilidad de la empresa.

Tanto en el momento previo de elaborar el pacto de los socios, en la constitución de la sociedad, como en la situación de conflicto que hemos descrito, la mediación brinda la oportunidad a las personas implicadas, que puedan expresar sus emociones, que en una empresa pequeña tienen una importancia vital, de tal forma que una vez aclarada la confusión emocional, las partes en conflicto puedan abordar las cuestiones fundamentales de la discusión.


Facilitar que las partes sean los protagonistas del acuerdo es el objetivo del proceso de mediación, que evita tener que recurrir a soluciones impuestas como puede ser una formula de arbitraje, o la clásica de asistir a un largo proceso judicial que además de perjudicar la marcha de la empresa, va a perjudicar la relación entre los socios.

1 comentario:

  1. Así es, que ellos mismos sean los artífices de su acuerdo, y que no lo sea de un tercero. Acabo de explicar eso a un cliente que he recomendado mediación en una división de cosa común entre herederos ya colaterales. Dice que el pleito lo tiene ganado, y le digo que en un pleito, y más de estas características, ninguno gana, y en la mediación siempre es GANAR-GANAR.
    Y me dice, si mis primos me preguntan para qué necesitamos a un mediador si pueden llegar ellos a un acuerdo. Y le contesto, porque un equipo de fútbol necesita un entrenador.
    La mediación es un viaje, en el que tú decides el destino y el mediador conduce el autobús.
    Un saludo, me ha gustado mucho tu post.

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