Frecuentemente
nos encontramos en la empresa familiar con estas paradojas y confusión de
roles: ¿es el fundador/a o su mujer/ marido, el presidente?, es hija/o del
fundador/a el gerente? Por otra parte, también es habitual encontrarnos con
cuestiones como ¿pueden los consortes de los socios trabajar en la empresa
familiar? ¿cómo accederán las sucesivas generaciones a la empresa? ¿que se
espera de todos ellos?
El protocolo permite
dejar en claro, anticipadamente, qué lugar van a ocupar los miembros de la
familia dentro del sistema formado por familia – empresa, en donde se debe
analizar a la familia desde diversos alcances: familia nuclear, extensa,
política y siguientes generaciones; y, por otro lado, la empresa deberá
contemplar la visión de la propiedad, dirección, gerencia, organización y
gestión.
Sin duda, el protocolo
familiar no es una receta mágica que convierte instantáneamente a la empresa
familiar en una familia empresaria, y no debemos caer en la tentación, porque
no sirve, copiar la redacción una empresa amiga o una que hayamos
encontrado en internet, pues justamente la importancia del documento radica en
la profundidad de las conversaciones y en la capacidad de lograr acuerdos que
incluyan a todos los miembros de la familia en cuestión.
Tampoco el acuerdo puede
ser resultado de una imposición o consecuencia de un voto por mayoría, más bien
debe ser producto de los consensos alcanzados al redactar cada cláusula,
evitando perdedores o ganadores. Todos los componentes de la familia empresaria
deben tener la oportunidad de expresar lo que piensan y lo que sienten, con
apertura y flexibilidad, llevando para ello el tiempo que sea necesario en cada
caso. Pero es fundamental que el protocolo sea redactado a la medida de cada
familia empresaria, respetando los valores y principios que han venido rigiendo
la actuación de sus miembros
En este proceso de
puesta en común, como hemos dicho se debe buscar el consenso, por lo que en
algunos casos habrá que resolver los posibles desacuerdos que existan en
determinados puntos y que de forma natural van a generar situaciones de cierta
tensión, en que las relaciones personales se pueden ver afectadas. En muchas
ocasiones la comunicación entre los miembros de la familia, no es la más
deseable, las posiciones se encuentran demasiado desequilibradas, existen
vicios de funcionamiento adquiridos, etc.
Para poder confeccionar
este traje a medida con una visión “win-win”, la figura del mediador
profesional especialista en temas de empresas familiares va a ser fundamental,
ya que va a facilitar gracias a sus conocimientos técnicos y habilidades, que
el proceso de elaboración de las reglas se consiga, sin separase de las normas
del respeto y consenso.
Como decíamos antes, modelos
de protocolo familiar se pueden conseguir acudiendo a nuestro círculo de conocidos o simplemente a través de
internet, sin embargo,
lo importante para que sean viables, es que sean fruto de las inquietudes y
necesidades de los componentes de la familia empresaria, para lo cual es
necesario atender los múltiples intereses que puedan subyacer en la empresa o/y
en las personas, trabajando en un marco que mantenga las relaciones personales
de la familia empresaria, para la cual la mediación ofrece las claves para el
éxito de un protocolo de empresa familiar.
Maria Luisa Sanz &
Jorge Miralles
Socios en Acordia
Mediación
#miempresaAcuerda
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