El tejido empresarial español está compuesto en un 98% por pequeñas
unidades económicas denominadas microempresas que suponen el 80% del empleo. La
mayoría de estas compañías en muchas ocasiones suplen el déficit en sus modelos
de gestión utilizando la intuición. La intuición, que puede suponer una
dificultad para gestionar una gran empresa, sin embargo en las microempresas y PYMES en general puede
ser una gran ventaja competitiva, si se utiliza como elemento dinamizador generando
soluciones creativas y flexibles.
Para asegurar la supervivencia de la empresa además del trabajo duro y utilizar la intuición, también
es necesaria formación en competencias financieras, de marketing, de recursos
humanos, idiomas,….. y en habilidades para
la gestión de los conflictos, que de forma natural se van a generar como
consecuencia de las relaciones personales y profesionales que vamos a
establecer, con nuestros socios, colaboradores, clientes, proveedores, etc.
Aceptar que el conflicto
es parte de la condición humana, que es un estímulo para el desarrollo, que
favorece el progreso y los cambios y que hay que aprender a convivir con él, es
una oportunidad para afrontar de forma positiva el fututo de la microempresa
Por tanto una forma de asegurar
la continuidad de una PYME, es resolver los conflictos que se puedan
generar, para lo cual el emprendedor debe estar atento a gestionar los
desacuerdos. Un socio disgustado, un empleado desmotivado, un cliente
insatisfecho, son obstáculos a su desarrollo. Evitando la situación en vez
de afrontarla, normalmente no se soluciona el tema, y si en cambio, puede contaminar las relaciones con otras
personas o colaboradores.
Comenzaremos por observar
e intentar comprender el problema, discerniendo entre lo que se dice y lo
que se quiere decir, que a veces son dos cosas diferentes. Con una visión transversal del desacuerdo, preguntando
y preguntándonos, ¿Por qué? y ¿Para qué? podremos obtener una respuesta sobre
cual es el verdadero problema.
Muchas veces caemos en la trampa de dar solo soluciones que ya
conocemos, a los problemas siempre de la misma manera. Un pensamiento creativo requiere
que aunque parezca obvia la respuesta, debemos dar la ocasión de crear otras muchas soluciones para tomarlas en consideración.
Cuando enfocamos los problemas desde más de una perspectiva, siempre se
producen resultados más provechosos.
Tenemos que evitar poner barreras que nos impidan descubrir
todas las posibles soluciones. Si somos capaces de valorar todas las opciones,
daremos ocasión a que surjan oportunidades. El truco consiste en transformar la
visión que tenemos de los problemas en
una fuente de oportunidades.
En ocasiones ocurre que por motivos que no vamos a entrar en
esta ocasión, puede ser que no se alcance un acuerdo sobre la disputa. En estas
circunstancias, podemos contar con la
ayuda de un mediador profesional que de una forma neutral e independiente
del conflicto, facilite el camino para encontrar una solución que satisfaga
todas las partes.
El conflicto puede generar tanto consecuencias negativas como
positivas, pero los conflictos bien
gestionados ayudan a crecer, a estimular las habilidades de negociación,
fortalecen las relaciones personales y profesionales y facilitan la continuidad
de la Microempresa.
Jorge Miralles
Socio Director de Acordia Mediación
Acordia Mediación
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