En
la mayoría
de los casos de desacuerdos y conflictos de carácter
comercial entre empresas en los que se solicita nuestra intervención mediadora,
nos encontramos con un punto de partida común
y es que las partes en conflicto han intentando previamente solucionarlo por
ellas mismas de alguna manera.
Sin embargo el conflicto comercial
no acaba de solucionarse o al menos no con la satisfacción de todas las partes.
En este sentido incurren varios posibles factores:
•
Que las partes se encontrasen en diferente posición
de equilibrio.
•
Que los intereses de una y otra estuviesen muy
distantes.
•
Que las partes hayan carecido de técnicas y recursos
para la mutua y necesaria previa legitimación.
De estas opciones y por nuestra
experiencia vemos que las dos primeras se producen en muchos casos, sin embargo
observamos que la tercera es piedra
angular en la falta de resolución de conflictos y desacuerdos comerciales.
Cuando una parte o alguna de las partes no reconoce
como justas las pretensiones o las
opciones que le está plantando la(s) otra(s) parte(s), va a resultar difícil que esté dispuesto a comenzar a negociar en aras de llegar a un acuerdo.
En este sentido, las partes han de sentirse legitimadas, lo que significa “crear las
condiciones para que las partes puedan aceptar participar”, no solo por ser los
interlocutores validos con la representación y capacidad legal debida para tomar decisiones y acordar,
sino por lo que es muy importante, “crear un contexto de confianza dónde los
implicados puedan participar en una doble vertiente, por un lado, facilitando
la expresión
de las diferentes pretensiones y, por
otro, reconociendo su capacidad de comunicarse”.
Esta percepción y convicción
por las partes es lo que conseguimos a través
de los procesos de #mediación.
Para que un proceso de mediación
funcione, es importante aceptar al otro como interlocutor, respetando y
aceptando las opiniones al mismo nivel que las nuestras. Es tan peligroso no
legitimar el contenido, “no
me interesa nada de lo que puedas decir”,
como no legitimar al interlocutor, “no
tienes ninguna credibilidad para mi”,
lo que no es lo mismo que, “no
tienes credibilidad, aunque lo que dices pudiera interesarme”.
Los efectos de la legitimación
entre las partes se materializan en cierta empatía e implica ser sensible ante
las situaciones del otro. El objetivo es que las partes se pongan, como se ha
denominado informalmente, “en
los zapatos del otro”,
para entender su punto de vista.
Algo que parece fácil, vemos
que suele ser un obstáculo
en las negociaciones en las que las partes intentan llegar a acuerdos por ellas
mismas. Es por ello que nuestra actuación
mediadora, cobra sentido a la hora trabajar con las partes este previo y
fundamental aspecto, antes de empezar a contemplar y valorar opciones de acuerdo.
A lo largo de estas semanas, desde Acordia
Mediación realizaremos aclaraciones relativas al
proceso de mediación para la resolución
de conflictos comerciales y empresariales. Cuestiones relativas a:
¿Qué conflictos comerciales, empresariales mercantiles son susceptibles de mediación? ¿Quien
puede solicitar el proceso de mediación?,
¿Por
qué acudir a la mediación?,
¿Cuánto cuesta y dura el proceso?, ¿Eficacia
y validez de los acuerdos realizados? así
como otras dudas y cuestiones
que nos parecen importantes aclarar a empresarios, autónomos,
emprendedores, que se encuentran en situaciones de desacuerdos difíciles y que en muchas ocasiones, pueden
solucionar a través de la mediación evitando en lo posible la vía judicial.
Maria Luisa Sanz
Socia de Acordia Mediación
#miempresaAcuerda
info@acordiamediacion.es
www.acordiamediacion.es
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